La relación del azúcar y las caries, ¿de verdad provoca caries?
Aunque parezca sorprendente, el azúcar no provoca directamente caries, aunque tiene una estrecha relación.
Cuando consumimos productos con azúcar, se da una reacción en la boca en la que las bacterias que se encuentran en la misma, producen el ácido que daña nuestros dientes. Es por ello, que cuanto más azúcar se consume, más ácido se crea y por tanto el daño es mayor. Como barrera a tal ataque, encontramos algunos minerales como el Calcio y el Flúor que combaten los efectos de los ácidos. Sin embargo, una exposición prolongada a tal alimento, provoca la corrosión del esmalte y puede llegar a crear pequeños agujeros que se van agrandando con el transcurso del tiempo hasta convertirse en las molestas caries.
Según el estudio “Sugar and Dental Caries” de Touger-Decker & Van Loveren “Los azucares y otros carbohidratos fermentables, después de ser hidrolizados por la amilasa salival, proveen de sustrato para las acciones de las bacterias orales, lo cual a su vez disminuye el pH de la placa y la saliva. La acción resultante es el comienzo de la desmineralización del diente”
Tipos de azúcar y su influencia
Aunque los carbohidratos fermentables como por ejemplo el arroz o papas, desmineralizan el diente, el daño es mucho menor que en el caso de los azúcares refinados. También se ha de tener en cuenta la forma de los productos azucarados. Aquellos con textura pastosa, pegajosos o que se mantienen en la boca durante un largo periodo de tiempo (caramelos, chicles…) son los más dañinos.
Es por ello, la importancia de mantener controlada la placa bacteriana mediante una correcta higiene. A mayor concentración de bacterias, mayor será el ácido segregado. Además, se ha de tener en cuenta que el tiempo de exposición del diente al azúcar juega un papel fundamental. No es lo mismo comer un dulce durante unos minutos, que estar bebiendo un refresco durante 2 horas.